¿Cuántas veces te has imaginado caminando hacia la orilla con una tabla bajo el brazo? ¿La tabla de espuma te delata como principiante y te saltan las olas? ¿Paseas por las tiendas de surf pensando en el momento de comprar al fin tu primera tabla? ¿Ese momento no llega y no sabes cuándo llegará? ¡Sigue leyendo! Que te lo explicamos.

Cuando empezamos a surfear, normalmente nos imaginamos esas escenas de surf en bañador con olas perfectas y tablas cortas creando estelas gigantes de agua en el aire pero, la realidad es bien distinta. Cuando vamos a una escuela de surf por primera vez, tendremos que afrontar la realidad de nuestro nivel y del sitio donde vamos a surfear.

Enfundarnos el traje de neopreno y cargar con esa tabla espumosa y blandita hasta la playa será nuestro primer reto.

No es de extrañar, que lo primero que se te pase por la cabeza sea, ¿Cuánto tiempo tendré que estar cargando con este corchopán?

Pues bien, te recomendamos que vayas haciéndote amigo/a de esa tabla de espuma que no cabe debajo del brazo porque, por lo general… pasarán bastantes semanas hasta que logres dar el salto a una tabla de surf más parecida a la que tenías en mente.

Sin embargo, vamos a ser más objetivos y vamos a descifrar de qué depende el tiempo que hay que surfear con tabla de espuma.

1.- Tus habilidades como surfista.

El surf es un deporte que requiere de una agilidad y destreza muy peculiares. Se dice que hay gente que lo lleva dentro porque parece que, al poco tiempo, fluyen en el agua como si se tratara de algo innato. Quizás, si eres una de esas personas, podrás decirle adiós a la tabla de espuma en cuestión de pocas semanas.

Por lo general, esa agilidad salida de la nada no está en la mayoría de nosotros, así que tendremos que trabajar mucho nuestra remada, nuestro equilibrio y nuestra posición encima de la tabla.

Hay otros deportes como la natación, el surfskate, el kitesurf… que te ayudarán muchísimo a progresar rápidamente como surfista.

Así que, si ya tienes la suerte de estar practicando alguno de ellos, lo más seguro es que reduzcas tu tiempo como corchopanero.

2.- Constancia

La constancia es la clave del surf. Incluso con las más destacadas habilidades, si no guardas cierta perseverancia es probable que la tabla de espuma te acompañe durante el resto de tu vida.

Saber leer el mar es uno de los puntos básicos para mejorar en este deporte y, para hacerlo bien, se requiere mucho tiempo dentro del agua. Con leer el mar nos referimos a comprender la forma de las olas, diferenciar el pico, las izquierdas, las derechas, las corrientes o canales de entrada… conocer bien el medio te facilitará muchísimo la tarea. Además, la remada requiere de una posición específica que solo podremos trabajar encima de la tabla.  Para evolucionar es importante coger muchas olas y solo lo conseguiremos siendo constantes en el tiempo.

3.- Entrenamiento fuera del mar

Lo mejor para aprender a surfear es, surfear. Pero no todo queda ahí. Practicar fuera del agua es también un factor muy importante para progresar rápidamente.

Puedes utilizar un bosu u otros elementos inestables para trabajar tu equilibrio. Practica la puesta en pie fuera del agua todo lo que puedas. Mejora tu técnica de natación, haz ejercicios de apnea y familiarízate todo lo que puedas con el medio acuático.

Todo esto te ayudará a estar en forma para disfrutar del surf desde el minuto uno y tu progresión será mucho más rápida.

¿Pero en qué momento realmente debemos dejar la tabla blanda?

En el momento en el que seamos capaces de remar hasta el pico, ponernos de pie y desenvolvernos solos en el medio, podremos pasar a una tabla de surf dura.

Vuestra primera tabla de surf debe ser acorde a vuestro nivel. Una tabla evolutiva con suficiente volumen, estable y que os ayude en vuestras primeras maniobras